lunes, 27 de julio de 2009

LA GLUTAMINA, FUENTE DE LA JUVENTUD

La glutamina es un aminoácido. Recordemos que los aminoácidos son los componentes estructurales de cualquier proteína; este aminoácido se sintetiza en nuestro organismo a partir de otros aminoácidos como el ácido glutámico, la valina y la isoleucina. Los beneficios y propiedades de la glutamina son variados, se le conoce más por sus efectos favorables para la preservación del tejido muscular, y es cierto, sin embargo no es el único beneficio que brinda a nuestro organismo.

Se sabe que además de prevenir la pérdida muscular en momentos de estrés oxidativo (efecto anticatabólico), también determina el aumento de masa muscular magra, es decir favorece la síntesis proteica, además interviene en el fortalecimiento del sistema inmunológico, es un importante combustible cerebral, contribuye a la recuperación del glucógeno muscular tras un entrenamiento intenso, aumenta la captación intracelular de agua (aminoácido pro hidratación), interviene favorablemente en los procesos de cicatrización de heridas, evita considerablemente la degeneración de tejidos cuando se utilizan glucocorticoides en casos de lesiones severas.

Hasta ha demostrado ser de gran ayuda en el tratamiento del alcoholismo, al controlar la necesidad del consumo de alcohol en los alcohólicos, y proteger a las células de los efectos nocivos que este produce. Incuso se le confieren propiedades antioxidantes indirectas pues forma parte estructural de la composición del glutation (antioxidante más abundante en el interior de las células), junto con los aminoácidos glicina y cisteina con quienes participa en su síntesis.

El 60% de los depósitos de aminoácidos libres en el músculo esquelético está constituido por glutamina; se ha demostrado además que en situaciones de estrés tales como traumatismos, intervenciones quirúrgicas, hambre, quemaduras, infecciones, ejercicio intenso, estados de ansiedad, trastornos sicológicos, estados de estrés físico y mental, las reservas de glutamina se agotan, siendo, por supuesto, proporcional a los niveles de estrés.

De modo que no sería una mala sugerencia considerar la suplementación con glutamina, más aun si efectivamente atravesamos por una etapa de estrés, del mismo modo si queremos mejorar la calidad de nuestra masa muscular y disminuir la flacidez o si ultimadamente deseamos mejorar algunos otros aspectos orgánicos para lo cual este aminoácido ha demostrado plena eficacia.
Se sugiere una dosis de 50mg. por cada kilo de peso por día, podemos encontrar glutamina en nutrientes como los lácteos, la carne, las almendras la soya, el pavo, entre otros; también podemos encontrarla como suplemento puro. En conclusión este aminoácido puede, en buena cuenta, ayudarnos a preservar un buen estado de salud así como un buen estado físico y estético, al combatir la degeneración celular, el catabolismo y contribuir como un antioxidante indirecto.
Dr. Antonio Angulo C.
CMP 35693

lunes, 20 de julio de 2009

EL MITO DE LA LECHE

Uno de los alimentos de mayor utilización en nuestra cultura alimentaria es la leche de vaca; por años ha permanecido como parte de la pirámide alimentaria y se nos ha convencido que se trata sin lugar a dudas del alimento más completo brindado por la naturaleza, confiriéndosele en ocasiones hasta algunas propiedades especiales.

Lo cierto es que quizá no se trate de una mala alternativa dentro de nuestro esquema de alimentación, sin embargo esta lejos de ser siquiera la más importante. La propiedad más importante que se le confiere es su aporte de calcio (118mg/ 100g.), y es cierto nos brinda un aporte de calcio, que, sin embargo no es el más abundante, comparado por ejemplo con el del brócoli (130mg.), el perejil (203mg.), la kiwicha (222mg.), los higos secos (230mg.), las almendras (254mg.), la sardina (400mg.), el ajonjolí (1160mg.), las algas (entre 900 y 1300mg.), etc.

Otro aspecto debatible es el de su contenido proteico, y aquí tenemos varias otras fuentes de proteínas a considerar dentro de una alimentación balanceada, como en el caso de las carnes: de res, pescado, aves, cerdo; las proteínas de origen vegetal como la de las menestras, soya, tofu, etc. El huevo es una rica fuente de proteína también; entonces tenemos opciones varias para contemplar otras fuentes de proteína que no provengan necesariamente de la leche de vaca.

En cuanto a su contenido de vitaminas y minerales, los encontramos en los vegetales en general, verduras y frutas. Una regla natural indispensable en la naturaleza, es que la leche es especifica para cada especie, sobre todo en los primeros meses de vida (transferencia de anticuerpos específicos madre-hijo, por especie), somos los únicos seres sobre el planeta que ingerimos leche de otra especie, y en momentos de la vida en que ni siquiera es estrictamente necesaria (la adultez).

Hay que evaluar las opciones, se nos ha querido crear la necesidad de su consumo, para favorecer a intereses económicos ajenos; en muchas otras realidades en distintos continentes, no se promueve su consumo tan agresivamente, ni existe una “cultura láctea vacuna” tan arraigada y los niños tienen un crecimiento normal, y los adultos no sufren de osteoporosis, esto demuestra plenamente que su consumo no es siquiera necesario, salvo por una cuestión de preferencia personal.


Dr. José Antonio Angulo Carrillo
Médico Nutriólogo
CMP 35693

martes, 7 de julio de 2009

SUPLEMENTOS

La primera pregunta que viene a la mente es: ¿Son necesarios para nosotros o para nuestros hijos? La respuesta es: depende de las circunstancias.

Hoy en día existe toda una cultura de consumismo grosero y ésta no es ajena a temas relacionados con la salud y la alimentación. Las vitaminas, minerales, alimentos vitaminizados, y afines son adquiridos y ofrecidos sin ningún criterio válido, se nos quiere crear la necesidad de productos “enriquecidos”, cuando lo cierto es que en ocasiones ni siquiera son necesarios, se nos quiere hacer creer que tomar vitaminas hasta por gusto es mejor que no tomarlas, se nos quiere hacer creer que con los suplementos podemos suplir la falta de responsabilidad y protagonismo que mostramos en la correcta alimentación de nuestros hijos y de nosotros mismos; el mensaje nunca estuvo mas distorsionado.

Las vitaminas, minerales, proteínas, etc. son útiles siempre y cuando el cuerpo las requiera, y este aspecto sólo lo puede determinar un profesional especialista en el campo de la medicina y la nutrición, no un anuncio publicitario o una promotora de ventas de un supermercado. Si somos responsables con nuestra alimentación, entiéndase, si proporcionamos adecuadamente nuestro consumo de nutrientes durante el día, si tenemos un balance adecuado de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales, fibra, fluidos, etc., no tenemos necesidad de ingerir por otra vía lo que provee nuestra alimentación, cosa que ocurre también con nuestros hijos.

Los suplementos como todos los alimentos requieren ser digeridos y para ello el sistema digestivo invierte energía, seria absurdo pretender obtener energía, que es la finalidad de la digestión, e invertir energía innecesariamente para absorber algo que el cuerpo no necesita. Por otro lado algunos excesos pueden ser nocivos, por ejemplo el abuso de vitamina A puede causar intoxicación, con síntomas como coloración amarillenta o naranja de la piel, a predominio de plantas y palmas, descamación de la piel del rostro, e irritabilidad, lo que se conoce como hipercarotemia o intoxicación por vitamina A.

De modo tal que no es un tema de tomarse tan a la ligera, ni tan inocuo como puede parecer; el consejo es que si cree que existe la necesidad de suplementarse, es mejor primero consultar a un especialista, pues no se puede culpar solamente a la falta de suplementos, de algunos síntomas como cansancio, dolores de cabeza, mareos, palidez, desgano, insomnio, etc., ya que pueden ser otros los causantes, y lo responsable es identificarlos para poder tratarlos adecuadamente.


Dr. José Antonio Angulo Carrillo
CMP 35693